viernes, 11 de mayo de 2018

Las corrientes antiautoritarias.

En la clase de ayer, Jueves 10 de Mayo estuvimos exponiendo siete grupos los trabajos que hemos realizado, y nuestros compañeros iban pasando por cada grupo para conocer un poco sobre nuestro póster. 

Entre Adrián, Sara, Lidia, Natalia y yo nos repartimos la información y hablamos de las corrientes antiautoritarias, los tres autores y la escuela moderna.
 Esto es lo que nosotros contamos: 
Introducción.
Las corrientes educativas antiautoritarias surgen como una nueva forma de Escuela Nueva y basan sus principios en la autorregulación, la innovación y la importancia del alumno dentro de la educación.
La defensa de la libertad frente a la imposición de las instituciones o personas engloba en el movimiento antiautoritario a distintas teorías educativas. La libertad, la cultura y la escuela fundamentan la pedagogía anarquista caracterizada por la educación integral, racional, libertaria y mixta. Tolstoi, Ferrer Guardia, Nelly, Rogers serían sus representantes más importantes y los que inician el antiautoritarismo en educación. El movimiento antiautoritario en pedagogía ha implicado en su trayectoria histórica, un compromiso ideológico de transformación social. Este encauza sus críticas hacia las actitudes en educación, más que hacia los métodos y los contenidos, y defiende un cambio actitudinal por parte del maestro y de la institución educativa misma, que propicie el surgimiento de nuevas relaciones y nuevas alternativas.
El antiaturatismo en educación toma sus raíces de la ideología anarquista, concretándose en una educación integral  y libertaria, que tiene como objetivo final la consecución de personalidades libres y autónomas, que contribuyan a su vez a la formación de una sociedad de iguales características.
Las teorías antiautoritarias se formaron como movimiento con dos principios:
-Libertad como condición fundamental.
- Atención centrada en el autoaprendizaje.
Autores.

ALEXANDER SUTHERLAND NEILL (1883-1973)

El 23 de septiembre de 1973 moría Alexander Sutherland Neill. Su desaparición, que no fue noticia de primera plana en ningún periódico, marcaba el fin de la aventura de Summerhill, su pequeña escuela de Suffolk, y relegaba al olvido, si no al desprecio, a quienes había encarnado el entusiasmo combativo de un decenio.
Fallecido a los noventa años, Neill pasó la mayor parte de su vida en las aulas, como alumno, como alumno-profesor al lado de su padre, como educador y después como director de escuela.
Neill nunca fue reconocido por lo que era, es decir, el último sobreviviente del movimiento de la “Educación Nueva” que floreció a principios del siglo. Y sobre estos “años alocados” de la educación, el tiempo ya había hecho su obra conservando sólo a las grandes figuras y olvidando así lo que fue el extraordinario auge de este período lleno de “descubrimientos de idealistas”
Apenas se sabe que en 1920 dirigía con la teósofa Béatrice Ensor, la revista New-Era y que como tal fue un atento observador de la multiplicidad de experimentos y realizaciones y un agente de difusión de las ideas nuevas que no vaciló en convertirse en propagandista ardiente y totalmente parcial. Ya en esos años Neill era considerado “el niño terrible de la pedagogía extremista en Inglaterra”.
Lector de las obras de Freud, hábil en el uso de sus conceptos para burlarse de sus colegas, feroz 2 adversario de María Montessori, que ya entonces era una eminente teórica de la educación y a quien él reprochaba su cientificismo y su moralismo, Neill sembró la controversia y provocó “mucha indignación” hasta su exclusión de la revista.
Neill abrió su primera escuela en 1922 en el curso de un periplo que realizó por Europa; pero sólo en 1924 fundó Summerhill, cerca de Leiston en Inglaterra. La pequeña escuela se mantuvo inalterable durante decenios. 
“La escuela es víctima de los estragos que causan los niños” –concede Neill–, “el deterioro de los objetos... sigue un proceso natural... y si un niño necesita un pedazo de metal, tomará uno de mis costosos utensilios si es del tamaño que le hace falta”.
Los periodistas bautizan a Summerhill la escuela “donde cada cual hace lo que se le antoja”. Muchos son los visitantes que han descubierto allí, en efecto, “un universo kafkiano con casas estropeadas y sucias, a veces con muestras de vandalismo”. Aun así, la escuela, con sus edificios de madera, su gran parque y sus árboles, resulta, sobre todo en el verano, un lugar sumamente agradable, una verdadera escuela en el campo como podría haberla soñado Ferrière a principios de siglo. Pero en esta escuela los cursos son facultativos. De hecho, los niños, si lo desean pueden jugar todo el día o realizar actividades manuales en el taller. La noche se dedica a la danza, el teatro, a las fiestas. Si no temiera la clausura de la escuela por las autoridades, de seguro Neill no pondría ninguna traba a la sexualidad. Los viernes por la noche se celebra la asamblea general, durante esta reunión, presidida por un alumno elegido, los niños exponen sus problemas, los discuten y elaboran sus leyes, y en esta asamblea la voz de Neill, como la de los demás adultos, no tiene más peso que la de cualquier alumno. Este es, según Neill, el secreto del éxito de una técnica pedagógica aprendida en contacto con Homer Lane.
Pese a la originalidad qué caracteriza a la escuela de Summerhill, este modelo educativo no suele repetirse en nuestra sociedad por dos motivos.
Uno de ellos es porque no todas las personas se paran a estudiar la problemática de las escuelas, como Neill, y en consecuencia, no se presentan metodologías de enseñanza. La otra razón por la que las escuelas tradicionales son más frecuentes que aquellas que suponen una novedad, es que los padres de los niños tienden a preocuparse más por sus calificaciones académicas que por la felicidad que puedan tener en el centro. Esta creencia está relacionada con un aspecto de la psicología antigua.
Neill.

FRANCISCO FERRER  I GUARDIA
El proyecto fundamental de la vida de Francisco Ferrer Guardia es la Escuela Moderna, abierta en Barcelona, en la calle Bailén, en el número 56, a partir de 1901. Se llevará a cabo una enseñanza inspirada en el libre pensamiento, practicando la coeducación -de sexos y de clases sociales-, insistiendo en la necesidad de la higiene personal y social, rechazando los exámenes y todo sistema de premios y castigos, abriendo la escuela a las dinámicas de la vida social y laboral, y organizando actividades de descubrimiento del medio natural. Los niños y niñas tendrán una insólita libertad, harán juegos y ejercicios al aire libre, y uno de los ejes del aprendizaje lo constituirán sus propias redacciones y comentarios de estas vivencias. Una rotura verdaderamente revolucionaria con los métodos tradicionales.
En la Escuela Moderna se organizarán conferencias dominicales, entendidas como una extensión educativa para las familias, contando con el apoyo y la intervención de personajes como Odón de Buen o Santiago Ramón y Cajal, de un prestigio científico universal.
La sensibilidad pedagógica se vinculará con el ideal de emancipación del género humano, propio de las corrientes libertarios hacia los cuales irá derivando el compromiso político de Francisco Ferrer Guardia. Será un ejemplo rotundo de la estrecha relación que el pensamiento anarquista mantendrá con el horizonte de una enseñanza renovada, considerada como vía fundamental para acceder a la liberación del individuo de cualquier sometimiento.
LA ESCUELA MODERNA 
Institución fundada en Barcelona, en 1901, por Francisco Ferrer Guardia, con el objeto de introducir en la sociedad catalana la nueva corriente de la escuela racionalista. Se basaba en una enseñanza fundamentada en el libre pensamiento enciclopedista, la fraternidad, la igualdad y el contacto directo con la naturaleza. Fue atacada por sectores de intelectuales conservadores y tradicionalistas, especialmente por los medios de la Iglesia católica, los cuales la consideraron subversiva y revolucionaria. 
En 1906 existían en Cataluña 34 centros asociados a la Escuela moderna, con más de 1.000 alumnos. Posteriormente se extendió por Andalucía y América, donde aún persisten bajo el nombre de Escuelas libertarias. La Escuela moderna de Ferrer Guardia fue clausurada después del atentado contra Alfonso XIII perpetrado por Mateo Morral, trabajador de la Escuela moderna, en mayo de 1906.
FERRER I GUARDIA



IVÁN ILLICH
Nació en Viena en el 1926, y estudió en las Escuelas Pías desde 1931 a 1941. Se crió en el seno de una familia "aria" y judía. Hijo del ingeniero croata Iván Peter Illich, católico, y de la judía sefardí, Ellen Regenstreif-Ortlieb. Entró en el colegio de las Escuelas Pías donde permaneció de 1936 a 1941, fecha en la que fue expulsado en aplicación de las leyes nazis antisemitas. Licenciado en filosofía y en teología en Roma, se doctoró en historia en Salzburgo. Fue párroco católico en Nueva York; vicerrector de la Universidad Católica de Santa María en Puerto Rico; profesor en universidades de Estados Unidos, Alemania y otros países. En Nueva York fue nombrado profesor en la Fordham University.
Una de las obras más importantes de Illich fue La sociedad desescolarizada. En esta obra, defiende 4 ideas centrales:
- El mito de los valores institucionalizados: Illich afirma que la escuela cree que la asistencia es un aprendizaje valioso y que el valor del aprendizaje puede medirse en la cantidad de diplomas y grados que se obtienen. En contraposición, Illich cree que el aprendizaje no es consecuencia de la instrucción, sino  de la participación de los educandos en un contexto educativo significativo.
- El mito de la medición de los valores: Illich defiende que la jerarquización de las personas y su clasificación a través de las normas de la escuela no hace más que entorpecer su desarrollo personal.
- El mito de los valores envasados: Según Illich, la escuela vende el currículo; el currículo es un producto terminado que el profesor entrega al alumno.
- El mito del progreso eterno: Illich sostiene que la escuela es una institución que distorsiona la visión que tiene el hombre sobre el mundo exterior. El proceso de aprender es algo prefabricado, que satisface solo necesidades de consecución de títulos.
Además fundó el Centro Intercultural de Documentación (CIDOC), en 1961, en Cuernavaca (México) junto con otros intelectuales. Debido a las críticas dirigidas hacia las instituciones representativas de lo que se denominaba como “progreso” ganó prestigio. Debido al gran prestigio adquirido, el centro atrajo a numerosos intelectuales, entre ellos podemos destacar a Erich Fromm, Paul Goodman, Ramón Xirau, entre otros.
Este centro se constituyó como un centro de difusión sobre las ideas desescolarizadoras y las alternativas que este movimiento proponía. Allí, Illich elaboró su teoría donde reconoció la influencia de Reimer, con el que dialogó durante un largo período de tiempo. Sin embargo el CIDOC se disolvió en 1976, según Illich esto fue debido a la fama que había obtenido este centro, puesto que el gobierno lo veía como una “cuna de guerrilleros” por lo que consideraron que esta era la mejor manera de permitir seguir con su vida a todos sus colaboradores.

IVÁN ILLICH








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