La educación y sus dimensiones.
Mediante la híperformalización de su cerebro, los humanos se desvinculan de las pautas
biológicas, dando paso a su educabilidad como cambio intencional. En el proceso
global de la educación, encontramos las vertientes teóricas y prácticas unificadas en una concepción humanista de la pedagogía. La ambición científica
de la pedagogía se manifiesta en su preocupación por asentarse sobre unas bases
empíricas, sin perder su relación con las ciencias que tienen por objeto al
hombre, la sociedad y la cultura.
A cada sociedad
corresponden unas formas educativas; ya que, si bien primero es la familia el
principal agente educador, la complejidad de conocimientos y normas a
transmitir da paso a la institución escolar, cobrando una gran importancia en
la actualidad otras formas educativas.
La filosofía y la
ciencia contemporáneas nos proporcionan las imágenes de una naturaleza humana
evolutiva y adaptable al medio físico y social.
El proceso de
humanización tiene como objetivo el construir al individuo en una sociedad ya
dada, y para alcanzar ese fin afrontamos la realidad.
La cultura nos
suministra el modelo para organizar procesos sociales y psicológicos. La educación aparece
como una acción organizada hacia unos fines en la que se ejerce una influencia
intencional sobre los humanos, que pretende ayudarles a realizar unas metas
individuales y sociales.
La educación es: acción
o proceso, inteligencia, comunicación, intención, aprendizaje, pragmática,
orientación, moralización, critica integrar e innovación. El carácter esencial
de la pedagogía como fenómeno relacional ha de ser contemplado desde una
perspectiva integradora de los factores de la integración, ya que la pedagogía
como ciencia ha ido ganando en objetividad. El ambiente propio del hombre es la
cultura, construida sobre la naturaleza y que lo vincula una sociedad para el
aprendizaje de conductas. Además de los fines individuales la educación
pretende alcanzar los fines sociales. La organización de las escuelas y de las
instituciones educativas requiere de unos elementos que permita realizar el
propósito educativo.
La educación pretende
conseguir fines valiosos en los educandos y propone valores para acción moral.
La renovación que en las últimas décadas se ha producido en el papel
socializador y educador en la sociedad ha logrado recuperar la educación
social. El sistema escolar ha de asimilar las necesidades educativo-sociales en
sus currículos formales para poner en contacto la escuela con los intereses de
la sociedad.
La dimensión política
relaciona la educación con la vida pública en general y con el estado en particular,
ya que la administración del estado recurre a las ciencias humanas para actuar
con eficacia, pasando a formar parte de los contenidos escolares, un saber
público del individuo para mejorarlo.
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